Quien diga que ser Rey es cosa fácil quizá tenga que replantearse la afirmación. Y esta vez no por las cosas de palacio de la Casa Windsor. El incidente entre el rey Juan Carlos y el presidente venezolano, Hugo Chávez, que marcó el sábado la clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana cierra un año pródigo en noticias con referencia al Rey de España.
En octubre de 2006, el diario ruso Kommersant reprodujo la denuncia de un responsable medioambiental según la que el monarca habría cazado un oso drogado y domesticado durante una visita al presidente Vladimir Putin. Una información que la Casa del Rey se apresuró a desmentir, pero sobre la que el senador del PNV Iñaki Anasagasti preguntó al Gobierno en la Cámara Alta.
Precisamente Anagasti, que suele preguntar al Gobierno sobre asuntos relacionados con la Casa del Rey, (como hace con relativa frecuencia ERC o Izquierda Unida) desató la polémica el pasado mes de julio al calificar en su web "pandilla de vagos" a los miembros de la familia real, a la que tachó también de "impresentable". El senador peneuvista, lejos de recular, lanzó una pregunta al aire en medio del huracán desatado: "¿por qué hay que tener ese respeto reverencial?". Una semana antes y por orden de la Audiencia Nacional, la revista Jueves había sido secuestrada por una viñeta de los Príncipes en su portada.
La quema de fotos
El 13 de septiembre, durante una visita de los Reyes a Girona, un grupo de radicales dio el pistoletazo de salida a la quema sistemática de fotos de los monarcas en la plaza del Ayuntamiento de la ciudad catalana por la que los jueces de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y Santiago Pedraz abrieron sendos procesos judiciales por atentar contra la máxima representación del Estado que protege el código penal. Significativo fue entonces el discurso del Rey en Oviedo 15 días después con motivo de la apertura del curso universitario y en el que afirmó que la "monarquía parlamentaria" había posibilitado el "periodo más largo de estabilidad" en España.
El penúltimo enfado conocido del monarca llegó precisamente tras la quema de fotos y los rezos de monseñor Rouco Varela. Durante la comida ofrecida en el Palacio Real tras la reunión del Patronato del Instituto Cervantes el pasado 11 de octubre, el Rey mostró su enfado después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid le animase a dar un “trato más humano” al periodista de la cadena COPE, Federico Jiménez Losantos. "¿Más trato humano que yo doy a todos?”, contestó don Juan Carlos a la presidenta popular.
La polémica de ayer entre el monarca y el presidente venezolano, por el momento, no se ha agotado y promete continuar más allá de la accidentada cumbre. Hugo Chávez ha replicado a don Juan Carlos -cosa que no hizo en persona- afirmando: "El Rey será Rey pero no me puede hacer callar".
Precisamente Anagasti, que suele preguntar al Gobierno sobre asuntos relacionados con la Casa del Rey, (como hace con relativa frecuencia ERC o Izquierda Unida) desató la polémica el pasado mes de julio al calificar en su web "pandilla de vagos" a los miembros de la familia real, a la que tachó también de "impresentable". El senador peneuvista, lejos de recular, lanzó una pregunta al aire en medio del huracán desatado: "¿por qué hay que tener ese respeto reverencial?". Una semana antes y por orden de la Audiencia Nacional, la revista Jueves había sido secuestrada por una viñeta de los Príncipes en su portada.
La quema de fotos
El 13 de septiembre, durante una visita de los Reyes a Girona, un grupo de radicales dio el pistoletazo de salida a la quema sistemática de fotos de los monarcas en la plaza del Ayuntamiento de la ciudad catalana por la que los jueces de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y Santiago Pedraz abrieron sendos procesos judiciales por atentar contra la máxima representación del Estado que protege el código penal. Significativo fue entonces el discurso del Rey en Oviedo 15 días después con motivo de la apertura del curso universitario y en el que afirmó que la "monarquía parlamentaria" había posibilitado el "periodo más largo de estabilidad" en España.
El penúltimo enfado conocido del monarca llegó precisamente tras la quema de fotos y los rezos de monseñor Rouco Varela. Durante la comida ofrecida en el Palacio Real tras la reunión del Patronato del Instituto Cervantes el pasado 11 de octubre, el Rey mostró su enfado después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid le animase a dar un “trato más humano” al periodista de la cadena COPE, Federico Jiménez Losantos. "¿Más trato humano que yo doy a todos?”, contestó don Juan Carlos a la presidenta popular.
La polémica de ayer entre el monarca y el presidente venezolano, por el momento, no se ha agotado y promete continuar más allá de la accidentada cumbre. Hugo Chávez ha replicado a don Juan Carlos -cosa que no hizo en persona- afirmando: "El Rey será Rey pero no me puede hacer callar".
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