Mujeres migrantes detenidas en EU sufren “maltrato endémico”
Por Leticia Puente Beresford/corresponsal
Nueva York, EU, 21 enero 09 (CIMAC).- Cerca de 300 mujeres presas en centros de detención migratoria en Arizona confrontan peligrosas esperas para que sean atendidos sus problemas de salud, además de que sufren maltratos, de acuerdo con un reciente estudio dado a conocer por la Universidad de Arizona, donde se hace un análisis crítico sobre las condiciones que prevalecen en ese tipo de centros de los Estados Unidos.
The New York Times publica lo anterior y dice que el estudio, criticado por oficiales federales de migración por considerarlo estrecho e insustancial, fue realizado desde agosto del 2007 hasta agosto del 2008 por el Southwest Institute of Research on Women y el James E. Rogers College of Law, ambos de la Universidad de Arizona, el cual fue dado a conocer el pasado 13 de enero.
Los investigadores examinaron las condiciones que enfrentan las mujeres en los procesos de deportación en tres centros federales de migración en Arizona, y estimaron que tres mil mujeres fueron detenidas a nivel nacional.
El estudio --continua el influyente rotativo-- concluye que las autoridades migratorias fueron muy agresivas en el procedimiento de la detención de las mujeres, aunque raramente representan un peligro en su migración. También experimentaron severas privaciones en la atención a la salud prenatal, tratamiento de cánceres, quistes de ovarios y otras afecciones médicas serias. Además, en algunas ocasiones, fueron internadas en los centros junto con prisioneras federales.
Katrina S. Kane, quien dirige el Centro de Detención de Arizona y Operaciones de Immigration and Customs Enforcement, rechazó el estudio y lo catalogó como insustancial por el limitado número de detenciones y sus recomendaciones. “Reportes como éste, dijo, son parciales y hacen gran daño al público pues les impide entender la complejidad que existe cuando se ejecutan las leyes migratorias”.
En tanto, la investigadora del Instituto de las Mujeres, Nina Rabin, abogada de migración y quien dirigió el estudio, explicó que las entrevistas con las detenidas, formalmente detenidas, y sus abogados corroboraron el patrón de maltrato endémico.
Rabin dijo también al diario neoyorquino que había hablado con grupos defensores de migrantes alrededor de los Estados Unidos y muchos de ellos señalaron que el maltrato que sufren las mujeres en esos centros no es algo inusual.
“Nosotros quedamos muy sorprendidos al conocer acerca de todas las dificultades que confrontan en los caminos de su vida, incesantemente, estas mujeres”, dijo Rabin, sobre todo aquellas embarazadas o que recientemente dieron a luz.
Entre otras cosas, el artículo del NYT señala que el pasado septiembre el Departamento de Migración anunció planes para mejorar las condiciones de detención de los centros, pero las nuevas reglas no entrarán en vigor completamente, sino hasta el 2010.
Mientras tanto, después de la publicación del artículo del NYT, el Congreso espera revisar lo que acontece en el Departamento, sobre todo los casos de inmigrantes que mueren en custodia federal.
Los tres centros estudiados por la Universidad no son responsabilidad del Departamento de Migración, sino de Pinal County Sheriff’s Department and the Corrections Corporation of America.
ALGUNOS CASOS
El estudio describe el caso de Ana, mexicana indocumentada que reside en Estados Unidos desde niña pero que, por utilizar una tarjeta de crédito falsa, está detenida en Arizona. Embarazada de seis meses y con quistes en un ovario, le ordenaron que se ubicara en la parte de arriba de una litera, le negaron un ultrasonido y vitaminas para su embarazo. Por cinco semanas estuvo en estas condiciones detenida.
Otro caso es el de una mujer detenida en el Central Arizona Detention Center in Florence, quien presentaba fuertes dolores abdominales, pues apenas meses antes ella había sido sometida forzadamente a mutilación genital femenina en África Occidental. Sin embargo, el personal del centro sólo le recomendó que “hiciera ejercicio y cuidara su dieta”.
Otras tres mujeres denunciaron ante organizaciones de derechos humanos que sufrieron aborto mientras estuvieron detenidas, dice el estudio. Es muy difícil, dice el NYT, saber que las detenidas con cáncer cervical tampoco recibieron tratamiento.
Kane, sin embargo, dijo que su Departamento no puede corroborar las acusaciones del reporte.
09/LPB/GG
Por Leticia Puente Beresford/corresponsal
Nueva York, EU, 21 enero 09 (CIMAC).- Cerca de 300 mujeres presas en centros de detención migratoria en Arizona confrontan peligrosas esperas para que sean atendidos sus problemas de salud, además de que sufren maltratos, de acuerdo con un reciente estudio dado a conocer por la Universidad de Arizona, donde se hace un análisis crítico sobre las condiciones que prevalecen en ese tipo de centros de los Estados Unidos.
The New York Times publica lo anterior y dice que el estudio, criticado por oficiales federales de migración por considerarlo estrecho e insustancial, fue realizado desde agosto del 2007 hasta agosto del 2008 por el Southwest Institute of Research on Women y el James E. Rogers College of Law, ambos de la Universidad de Arizona, el cual fue dado a conocer el pasado 13 de enero.
Los investigadores examinaron las condiciones que enfrentan las mujeres en los procesos de deportación en tres centros federales de migración en Arizona, y estimaron que tres mil mujeres fueron detenidas a nivel nacional.
El estudio --continua el influyente rotativo-- concluye que las autoridades migratorias fueron muy agresivas en el procedimiento de la detención de las mujeres, aunque raramente representan un peligro en su migración. También experimentaron severas privaciones en la atención a la salud prenatal, tratamiento de cánceres, quistes de ovarios y otras afecciones médicas serias. Además, en algunas ocasiones, fueron internadas en los centros junto con prisioneras federales.
Katrina S. Kane, quien dirige el Centro de Detención de Arizona y Operaciones de Immigration and Customs Enforcement, rechazó el estudio y lo catalogó como insustancial por el limitado número de detenciones y sus recomendaciones. “Reportes como éste, dijo, son parciales y hacen gran daño al público pues les impide entender la complejidad que existe cuando se ejecutan las leyes migratorias”.
En tanto, la investigadora del Instituto de las Mujeres, Nina Rabin, abogada de migración y quien dirigió el estudio, explicó que las entrevistas con las detenidas, formalmente detenidas, y sus abogados corroboraron el patrón de maltrato endémico.
Rabin dijo también al diario neoyorquino que había hablado con grupos defensores de migrantes alrededor de los Estados Unidos y muchos de ellos señalaron que el maltrato que sufren las mujeres en esos centros no es algo inusual.
“Nosotros quedamos muy sorprendidos al conocer acerca de todas las dificultades que confrontan en los caminos de su vida, incesantemente, estas mujeres”, dijo Rabin, sobre todo aquellas embarazadas o que recientemente dieron a luz.
Entre otras cosas, el artículo del NYT señala que el pasado septiembre el Departamento de Migración anunció planes para mejorar las condiciones de detención de los centros, pero las nuevas reglas no entrarán en vigor completamente, sino hasta el 2010.
Mientras tanto, después de la publicación del artículo del NYT, el Congreso espera revisar lo que acontece en el Departamento, sobre todo los casos de inmigrantes que mueren en custodia federal.
Los tres centros estudiados por la Universidad no son responsabilidad del Departamento de Migración, sino de Pinal County Sheriff’s Department and the Corrections Corporation of America.
ALGUNOS CASOS
El estudio describe el caso de Ana, mexicana indocumentada que reside en Estados Unidos desde niña pero que, por utilizar una tarjeta de crédito falsa, está detenida en Arizona. Embarazada de seis meses y con quistes en un ovario, le ordenaron que se ubicara en la parte de arriba de una litera, le negaron un ultrasonido y vitaminas para su embarazo. Por cinco semanas estuvo en estas condiciones detenida.
Otro caso es el de una mujer detenida en el Central Arizona Detention Center in Florence, quien presentaba fuertes dolores abdominales, pues apenas meses antes ella había sido sometida forzadamente a mutilación genital femenina en África Occidental. Sin embargo, el personal del centro sólo le recomendó que “hiciera ejercicio y cuidara su dieta”.
Otras tres mujeres denunciaron ante organizaciones de derechos humanos que sufrieron aborto mientras estuvieron detenidas, dice el estudio. Es muy difícil, dice el NYT, saber que las detenidas con cáncer cervical tampoco recibieron tratamiento.
Kane, sin embargo, dijo que su Departamento no puede corroborar las acusaciones del reporte.
09/LPB/GG
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